Así se celebra el día del orgullo gay en Turquía y otros países donde aún es peligroso hacerlo

Así se celebra el día del orgullo gay en Turquía y otros países donde aún es peligroso hacerlo
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De forma paralela a la aprobación del matrimonio homosexual en Estados Unidos, un día histórico para miles de personas en una de las democracias más antiguas del planeta, la represión contra los homosexuales en una buena parte del mundo no cesó. En Europa hemos caminado poco a poco hacia la normalización, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Un ejemplo: la represión del Gobierno de Erdogan al desfile del Orgullo Gay en Estambul este fin de semana.

Las sociedades más secularizadas de Europa se han impuesto a la homofobia: el resto del mundo está aún lejos

¿Por qué? Porque pese a que las sociedades más secularizadas de Occidente sí han logrado imponerse a los criterios religiosos y sociales que hacían de la homosexualidad algo reprobable cuando no un delito, otros países están lejos de ello. Turquía es sólo una pequeña muestra, el eslabón más visible, una democracia aún con ciertas limitaciones cerca de Europa que lucha por integrarse dentro de la comunidad económica y política del viejo continente.

Sin embargo, en lo relativo a la tolerancia para con los homosexuales, está más cerca de los países de Oriente Medio. De otro modo no se explican imágenes como estas: personas participando en el Orgullo Gay y reprimidas con cañones de agua por unidades militares del gobierno.

De forma notoria, la policía turca no pareció caer en la tremenda ironía en la que estaban incurriendo. El efecto combinado de sus mangueras de agua dirigidas hacia sus ciudadanos con los rayos de sol derivó en una lluvia de arcoiris en las calles de Estambul.

En un extraño giro de los acontecimientos, el Gobierno de Turquía decidió reprimir la marcha del orgullo tras más de una década de celebraciones pacíficas y sin incidentes. Las imágenes han corrido como la pólvora, pero sólo escarban en la superficie de una parte del mundo donde los derechos LGTB no son negociables para los estamentos más conservadores de cada país.

Oriente Medio entre la ilegalidad y la represión

La homosexualidad continúa siendo ilegal en casi ocho decenas de países, entre ellos la abrumadora mayoría de Oriente Medio, el norte de África y un reguero de países dispersos entre Afganistán y Vietnam. En los casos de Arabia Saudí e Irán, dos de los bastiones represivos más notorios del planeta, la homosexualidad está castigada con la pena de muerte. En Irán, particularmente, se estima que el régimen ha ejecutado a unas 6.000 personas por ser homosexuales.

De forma paralela, Irán ha tratado de solucionar su problema forzando a las personas homosexuales a cambiarse de sexo. Para ellos, siempre es una mejor opción que la pena de muerte.

Naturalmente, los desfiles del Orgullo Gay en estos países son casi inexistentes. Y decimos casi porque en algunos años, como en 2011 y 2012, se han producido manifestaciones clandestinas en algunos puntos de Irán donde, de forma anónima, algunas personas protestaban contra las leyes homófobas de su país. A cambio, la comunidad LGTB de Irán se ha manifestado en otros puntos del planeta. De forma paradójica, el año pasado lo hizo en la Semana del Orgullo Gay de Estambul.

Es una cuestión de grados. Otros países como Bahrein no reprimen de forma tan dura a los homosexuales, pero sí les penalizan con igual crudeza

Es una cuestión de grados. Otros países como Bahrein no reprimen de forma tan dura a los homosexuales, pero sí les penalizan con igual crudeza. Ser gay se ha convertido en una acusación con tintes políticos, utilizada para desacreditar a activistas de distinto calado. En Bahrein, por cierto, sí tuvo lugar un pequeño acto en favor de los derechos LGTB... organizado por el importante destacamento militar norteamericano presente en el país (la V Flota).

Tomemos el ejemplo de Túnez. Es el único país del norte de África donde la Primavera Árabe ha derivado en un gobierno constitucional y democrático, aunque quede mucho camino por recorrer. Allí la homosexualidad no es ilegal, pero sí es tabú y está penada socialmente. Hay un artículo del código penal que castiga el sexo anal. Pues bien, poco a poco la comunidad LGTB está tomando mayor protagonismo. Aún de forma anónima y clandestina, pero cada vez más presente.

Por un lado, existe la revista GayDay Magazine, la primera homosexual editada (de forma digital) en un país del Magreb. Por otro, el pasado mes de mayo, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, una fiesta LGTB tuvo lugar de forma clandestina en un hotel de la capital. Algunos de sus representantes han hablado con la prensa exponiendo su ánimo de combatir la homofobia en su país. No hay noticias, eso sí, de que el Orgullo Gay se haya celebrado este fin de semana.

Tanto en el resto de Oriente Medio como del norte de África la tónica se repite: o bien el Orgullo Gay se tiene que celebrar entre las sombras, como en Marruecos, o bien la homosexualidad, si bien no delito, está rechazada tanto por las instituciones como por la sociedad, como en Argelia.

No cuentan con la red de apoyo social que permite sobrevivir a muchos árabes en tiempos de carestía, un tejido clave para la integración de muchos miembros de la sociedad. Así las cosas, las salidas son escasas: prostitución, campos de refugiados

La situación en países en permanente o frecuente conflicto bélico, como Siria y Líbano, es aún peor. Como explica este reportaje de BBC, en Siria la homosexualidad sí está perseguida penalmente, más aún ahora con ISIS controlando la mitad oriental del país. También socialmente. Cuando un homosexual huye de Siria (de la guerra), llega a otro país donde también es rechazado de forma doble: como homosexual y como inmigrante.

Para colmo de males, ya no cuenta con la red de apoyo social que permite sobrevivir a muchos árabes en tiempos de carestía, un tejido clave para la integración de muchos miembros de la sociedad. Así las cosas, las salidas son escasas: prostitución, campos de refugiados y poco más. Como muchos no se atreven a inscribirse como LGBT, las pocas asociaciones que trabajan en Líbano (Proud Lebanon, por ejemplo) no tienen forma de acceder a ellos.

Tel Aviv Gay Pride Israel es el único país de Oriente Medio que tolera la homosexualidad.

Tampoco hay muchas noticias sobre celebraciones del Orgullo Gay en Líbano. Sin embargo, hay motivos para pensar que es uno de los países más tolerantes con la homosexualidad en Oriente Medio. El año pasado el Gobierno aprobó una reforma del código penal mediante la cual mantener relaciones sexuales con una persona del mismo sexo dejaba de ser delito. En función del grupo étnico, puede haber más o menos tolerancia. Siguen siendo avances muy limitados.

En Oriente Medio, sólo Israel celebra de forma habitual el Orgullo Gay. Es en Tel Aviv.

África y Asia: la peor cara de la moneda

Una mirada al África no magrebí depara peores resultados. Uganda es el peor ejemplo, pero no el único, con leyes activamente pensadas para reprimir a los LGTB que han tenido eco internacional. Exceptuando Sudáfrica, todos los demás países o bien consideran la homosexualidad delito o no la toleran en distintos grados. Exceptuando una docena de estados donde las relaciones entre personas del mismo sexo están permitidas, el panorama es bastante negativo y oscuro.

En estas circunstancias, es complicado imaginar en celebraciones del Orgullo Gay en el continente. Sí en Sudáfrica, donde el matrimonio es legal. Las protestas se centran de forma minoritaria y aislada en reivindicar derechos tan básicos como la no discriminación o no persecución, como la que tuvo lugar en Kenia en 2014 (con los manifestantes enmascarados temiendo posibles represalias). Mozambique, por cierto, decriminalizó la homosexualidad la semana pasada.

En Asia la situación no es mejor. Ningún país reconoce las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo. Ni siquiera Japón o Corea del Sur, las democracias más asentadas. Tampoco China, aunque allí no está penalizada

En Asia la situación no es mejor. Ningún país reconoce las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo. Ni siquiera Japón o Corea del Sur. Tampoco China, aunque allí no está penalizada. Sí o está en Afganistán, Pakistán, India o Bangladesh, a distintos niveles.

Europa: no es oro todo lo que reluce

En Europa el protagonismo de la homofobia lo capitaliza Rusia, donde el Gobierno de Vladimir Putin persigue a la comunidad LGTB, si bien con cierta laxitud en comparación con los países anteriormente mencionados. En Moscú sí tuvo lugar el Orgullo Gay 2015, pero la policía también asaltó a los manifestantes y los detuvo a la fuerza. Otros manifestantes anti-gay también se personaron en el lugar de la protesta e increparon al colectivo LGBT.

No es el único país de Europa donde la homosexualidad está vista con malos ojos, aunque se suela llevar todas las portadas. En Serbia la situación también es delicada: hace cuatro años, el desfile del orgullo tuvo que ser suspendido por los ataques de colectivos homófobos. Se había celebrado sin solución de continuidad desde 2001. En 2014 regresó (el pasado septiembre), pero flanqueado por un importante contingente policial que previno de ataques homófobos.

En Ucrania y otros países eslavo los desfiles del Orgullo Gay son escasos y casi siempre polémicos. El pasado fin de semana activistas de ultraderecha atacaron a los participantes del Orgullo de Kiev, tuviendo que ser suspendido

En Ucrania y otros países eslavos, además de los tres países bálticos, los desfiles del Orgullo Gay son escasos y casi siempre polémicos. El pasado fin de semana, activistas de la ultraderecha ucraniana boicotearon y atacaron a los participantes del Orgullo de Kiev. Países como Polonia, progresivamente integrados en la Unión Europea, se debaten entre el tradicional conservadurismo homófobo y la apertura de mente. De momento, sin éxito.

En términos genéricos, vivimos en un oasis. Estados Unidos ha sido, junto a Irlanda, el último país en sumarse a la lista de afortunadas sociedades donde amar a la persona que desees no está al margen de la ley o no está al mismo nivel que el matrimonio tradicional. En el resto del mundo queda mucho, mucho trabajo por hacer. Desde impedir que la comunidad LGBT sea reprimida hasta equiparar sus derechos al del resto de ciudadanos de cada país. Esto no ha hecho más que empezar.

Imagen | Quinnanya

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